viernes, 11 de abril de 2014

Editorial de la revista Punto a Punto en Tierra Libre para el sábado 12 abril

ES POSIBLE CONSTRUIR UN MODELO DE SOCIEDAD DIFERENTE A ESTE QUE VIVIMOS


 En nuestra editorial anterior, hemos abordado un tema que preocupa a toda la sociedad civilizada: la pérdida de nuestra cultura. Previa aclaración de lo que entendemos por cultura, hemos visto como nuestra cultura está en caída libre, y vimos como ciertos indicadores nos hablan de la pérdida de ciertos valores que fueron parte de nuestra cultura a lo largo de los siglos, que los fuimos perdiendo, incluyendo lo concerniente a nuestra agropecuaria.
Ante esta pérdida de nuestra cultura hoy intentaremos ver si es posible construir un modelo de sociedad de civilización, a fin de lograr ese conjunto de manifestaciones culturales, artísticas e ideológicas que caracterizan el estado social de un pueblo, que hemos perdido. Decíamos que se trata de voluntad política, pero que no deben estar ajenas ni las instituciones educativas, ni la sociedad, porque todos somos responsables; pero esta responsabilidad social debe partir de quienes tienen en sus manos el timón de conducir, algo que no estamos viendo como prioridad, ni en el Parlamento ni en el Ejecutivo.
Se trata de hacer un salto de calidad en la actividad humana, donde los parlamentarios, en sus respectivas cámaras, el poder Ejecutivo, los Entes Estatales, las instituciones educativas, las empresas, los sindicatos, las cadenas productivas, los consumidores y los ciudadanos, desde su propia actividad deben hacerse responsables de los efectos de su propia actividad.

Se trata de reconquistar una política con ética, y que la política no esté supeditada a la economía, como lo está en el presente, porque sin ética no hay política.
No se trata de un salto al vacío, sino de un salto de calidad.
Algunos ejemplos pueden ayudarnos a entender cuanto estamos diciendo:
- Es falso creer que un parlamentario, a la hora de votar, entiende que su mandato es cumplir con la disciplina partidaria, y no con el deber de su conciencia y de quienes lo han mandatado. Lo mismo se diga del Poder Ejecutivo cuando promulga leyes contra la voluntad popular. - Es falso creer que una empresa además de estar abonando los salarios, pagando sus impuestos y deudas, no tiene otras obligaciones.
- Es falso creer que los megaproyectos, a los cuales hoy estamos sometidos, tienen sustentabilidad ambiental, cuando en la realidad al ser imposible de defender, terminan en una gran contaminación ambiental y con la pérdida de puestos de trabajo prometidos y nunca logrados. - Es falso creer que un ciudadano cumple con su deber cívico y político votando cada cinco años y darse por satisfecho.
Mientras no trascendamos lo estrictamente legal y dejemos de lado lo ético, seguiremos sin salida. La responsabilidad social que surge de toda actividad humana, política y empresarial no está sólo codificada por las normas legales ni contractuales, sino por una ética en el desempeño de la actividad.
Sin duda en este sistema neoliberal económico-social-político y de relaciones humanas no será posible lograr una convivencia humana armónica, solidaria y justa, ni tampoco poder construir un nuevo modelo de sociedad, porque la médula de este sistema es y será destruir al ser humano pensante.
Habrá que cambiar no sólo este modelo económico, sino también el político, para que nuestras relaciones humanas caminen sobre otros rieles, si queremos construir un modelo de sociedad diferente.
Pero no olvide que en usted, ciudadano, reside el cambio, y no olvide que sin usted nunca será posible. Desde la revista Punto a Punto y desde el programa Tierra Libre estaremos apoyando los cambios que hagan que la vida del ciudadano sea digna. En nuestra próxima entrega abordaremos el problema de la jubilación.


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