Según el periodista Marcos Roitman Rosenmann en su artículo “Venezuela: sumisión, guerra y periodismo de encubrimiento”,
publicado en el periódico La Jornada de México este 5 de agosto, Lilian
Tintori, esposa del golpista Leopoldo López, declaró que “Los opositores venezolanos es normal que vitoreen a Francisco Franco. Si viviera, nos ayudaría, como Rajoy”.
También cita una frase dicha por el ex alcalde de Caracas, hoy preso
también por golpista, Antonio Ledesma, quien sin sonrojarse dijo que “Augusto Pinochet era un demócrata al servicio de su pueblo”.
Ésta es la clase de personas que alientan los actos terroristas de la llamada oposición venezolana, que en realidad son llevados a cabo por grupos minoritarios de mercenarios reclutados entre el lumpen y la delincuencia. Los billetes verdes fluyen sin dificultad desde la CIA y organizaciones conexas, para pagar puntualmente las nóminas de estos mercenarios. Curiosamente, con antelación a la comisión de actos terroristas, y anticipándose a los enfrentamientos con las fuerzas de la policía y el ejército, están las cámaras y reporteros de las agencias al servicio de la conspiración internacional contra el gobierno legítimo de Venezuela. Todo perfectamente orquestado. ¿No nos recuerda acaso, salvando las distancias temporales y de contexto histórico, la brutal conspiración contra Salvador Allende? ¿Es tan difícil de ligar los acontecimientos en Honduras del golpe contra Zelaya, el golpe contra Lugo en Paraguay, los intentos de desestabilización golpista en Bolivia, el intento de golpe contra Correa en Ecuador, y el más reciente golpe palaciego de la mafia más corrupta del continente contra Dilma en Brasil? La operación Freedom II del Comando Sur de los Estados Unidos, que es decir la CIA, el Pentágono y la complicidad sumisa de la OEA o "ministerio de colonias", encabezada vergonzosamente por el peón del Imperio, el ex canciller uruguayo Luis Almagro, tiene como objetivo fundamental acabar con la Revolución Bolivariana y convertir a Venezuela en un abominable protectorado de Estados Unidos.
Y el gobierno uruguayo, a contrapelo de estas realidades, vuelve a alinearse con los Temer, los Macri y los Cartes, apoyando la expulsión de Venezuela del Mercosur, durante la reciente reunión de cancilleres del bloque en San Pablo, para ser parte así, de la contraofensiva continental del imperialismo, para recuperar el dominio de “su patio trasero”. Otra vez el gobierno de Tabaré Vázquez actuando a espaldas de la fuerza política, es decir del Frente Amplio, que negro sobre blanco a definido en sus máximas instancias, como los congresos y los plenarios, una orientación contraria en todos sus términos a ésta política. ¿Hasta cuándo se va estirar la cuerda? ¿Hasta cuándo vamos a seguir considerándolo “nuestro gobierno”?
Rechazamos de la forma más categórica, esta reiterada postura del gobierno uruguayo, a la vez que levantamos en alto las banderas de la solidaridad incondicional con el heroico pueblo bolivariano, que a través de su participación democrática, ha decidido establecer la Asamblea Nacional Constituyente, en un esfuerzo genuino por encontrar los caminos de la paz y la solución de los graves problemas y desafíos que enfrentan actualmente.
Adjuntamos al presente la Declaración del Partido Comunista de Uruguay sobre el tema, la cual compartimos plenamente.
COMITÉ DEL FRENTE AMPLIO DE URUGUAY EN MÉXICO POR LA IZQUIERDA
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