viernes, 16 de mayo de 2014

El desarrollo productivo y el derecho de todos


editorial de Punto a Punto para Tierra Lbre del sábado 17 de mayo

Sociedad y política

- Energía vs ecología

“Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”

Tengamos mucho cuidado con las sirenas que andan sueltas en los medios de comunicación, porque hay intelectuales, que se las dan de tal y periodistas que hablan de las inversiones transnacionales, haciéndose eco del oficialismo, como si fuera la panacea que han encontrado para el País, la solución a todos sus problemas, pero sin conocer el trasfondo de los mismos. La ignorancia es el peor enemigo que subyace en nosotros, cuando nos negamos a informarnos y sólo aceptamos lo que se nos dice “de arriba” como verdad.

Se habla a favor de UPM (ex Botnia), de Montes del Plata, de ARATIRÍ, del fracking de la regasificadora, de la extranjerización de nuestras mejores tierras y de las zonas francas como logros exitosos de desarrollo, sin conocer ni analizar las consecuencias posteriores, que se asumen como soluciones, desconociendo la raíz productiva de nuestro país que se ha abandonado y que se intenta cambiar por estas inversiones novedosas, atropellando la voluntad popular y la propia Constitución en su art. 47, porque aquí se hace lo que yo “ porque soy gobierno” quiero y no hay voluntad popular que valga. Vaya democracia tiránica que olvida el mandato de nuestro prócer. Y no falta alguno de nuestros geólogos, como buen intelectual, que podrá saber mucho del exterior e interior del globo, pero de campo, poco y nada; mejor sería que silencien y no digan, tratando de engañar a la gente, que “las vacas y los granos pueden convivir” con la explotación minera.

No se trata de convivencia o no, sino de la contaminación que la explotación minera trae consigo. En fe a ello fue la sexta marcha en defensa de la tierra, del agua y de la vida. Hombres y mujeres de todo el país colmaron 18 de Julio, mientras nuestro Presidente Mujica preparaba su viaje al imperio a mendigar. No entendemos tampoco que ciertos medios no le hayan dado importancia a esta movilización multitudinaria y sólo respalden al gobierno acusando de responsables a los “ambientalistas”, que son quienes defienden sus derechos con sabiduría, contra la ignorancia de quienes ejercen el poder diciendo que traen “progreso” y “desarrollo productivo” al país. ¡Vaya términos y conceptos ambiguos! Hoy se llama desarrollo productivo a las grandes inversiones extranjeras, que se llevan al mejor estilo colonial lo nuestro, con exoneraciones tributarias de todo tipo.

Se fundamenta que la minería a cielo abierto está en Canadá, en Estados Unidos, en México, en Venezuela, en Perú, en Colombia, en Brasil, en Paraguay, en Argentina, en Rusia, en China, en Argelia, en Sudáfrica, en Australia, pero no se dice que dicha explotación está en las montañas y no en tierras para la agricultura. Tampoco se dice que en todos esos países, la minería a cielo abierto está sujeta a debates y a serios cuestionamientos.

Entre otros tantos, el economista peruano Hugo Gabieses, denuncia los graves problemas de contaminación que vive el Perú, debido a la explotación minera.

Tampoco se dice que en Europa dichas empresas han sido expulsadas, razón por la cual se refugian en nuestros países, donde los gobiernos sumisos les abren la puerta con contratos sin condicionamientos. Tampoco se debe olvidar que el hierro estaba a 10 dólares la tonelada, y ahora está a 170 dólares, debido al aumento de compra de hierro de la China. El dinero una vez más prima sobre las necesidades básicas de alimento de nuestra gente. Y por último, déjeme decirle que ARATIRÍ nunca vio ni explotó ninguna minera. Quizás y sin quizás nuestros periodistas, los intelectuales y los políticos “camiseteros”, “inocentes” o lo que es peor “negligentes” que apoyan la minería a cielo abierto como desarrollo productivo, tendrían que informarse un poco más antes de hablar y antes que engañar a nuestra gente, tirando por la borda, en nombre del progreso nuestro desarrollo basado en la agricultura y en la ganadería, y no en las papeleras ni en las mineras. Recordemos que nosotros, los humanos, somos unos intrusos en este planeta y lo estamos aniquilando y con él, nos estamos matando.

Construyamos y no destruyamos…

Una vez más creemos que la solución a esta forma de gobernar sólo surgirá de una Constituyente que elabore una NUEVA CONSTITUCIÓN, que contemple la voluntad de los ciudadanos. Mientras tanto las reglas de juego para gobernar las han hecho ellos a su saber y entender y la corrupción encubierta seguirá vivita y coleando, para que la población a pesar del voto siga en el mismo trillo de desventura.



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