jueves, 26 de julio de 2018

Colonización decidió comprar el campo

Colonización decidió comprar el campo de un exdirector del organismo por un precio “absolutamente fuera de mercado”

La producción de leche es un área de prioridad
Por un precio de US$ 6.300 l a hectárea, el Instituto Nacional de Colonización ( INC) decidió comprar un establecimiento rural de 531 hectáreas ubicado en la colonia César Mayo Gutiérrez, de la sexta sección judicial del departamento de Río Negro, perteneciente al exdirector de ese ente estatal, Álvaro Ferreira, y sus hermanos. La resolución fue adoptada el 30 de mayo por el Directorio del INC e implica el pago de US$ 3.345.967 por el predio en cuestión, según consta en las actas de esa institución.
Ferreira integró el directorio de ese ente en representación de las gremiales rurales durante el primer período de gobierno del Frente Amplio, entre 2005 y 2010. En los registros del INC figura que el campo será comprado por el Estado a los sucesores de Balter Ferreira, padre de Álvaro.
La determinación de adquirir ese inmueble rural contó con el voto a favor de cuatro de los cinco miembros, incluido el representante por el Partido Nacional Rodrigo Herrero. El director que no votó por estar ausente fue Eduardo Davyt, que es el representante de la Universidad del Trabajo.
Un integrante de ese directorio consultado por Búsqueda sobre esa decisión indicó que “hace un tiempo esa familia de colonos realizó un ofrecimiento directo a Colonización por- que ya no iban a seguir más la explotación del campo, que se trata de tierras afectadas” a las leyes que rigen ese ente estatal. “Al ser una fracción de una colonia, difícilmente el INC autorizaría la venta en el mercado de campos, debido al perfil que tie- ne definido en cuanto a priorizar el acceso de productores y trabajadores rurales” a las tierras, señaló.
Defendió la decisión de pagar el monto correspondiente por el campo basándose en los informes técnicos del departamento de Avalúos en cuanto a que la tasación del establecimiento rural estaba acorde con su infraestructura y características. Se trata de un predio destinado a la producción de leche.
“Si el área técnica me dice que está alineado a lo que se puede esperar, bueno”, reaccionó otro de los consultados. Argumentó que la idea es mantener el predio en manos de Colonización para que sea explotado por productores que sigan en la lechería. Una de las definiciones establecidas por las últimas administraciones frenteamplistas fue poner énfasis en la adjudicación de fracciones a grupos de colonos, preferentemente jóvenes, mujeres y vinculados al tambo, la ganadería y la granja.
Búsqueda consultó a operadores del mercado de campos sobre el valor y las características del campo a ser adquirido por el INC. El precio promedio de la hectárea en Río Negro fue de US$ 3.338 en 2017 y de US$ 4.047 en 2016, según registros de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería.
El padrón r ural en cuestión tiene un índice de productividad de 116, siendo 100 el promedio nacional, según datos del Coneat de la Dirección de Recursos Naturales. El 40% de los suelos son del tipo 9.1, para forestación, de uso pastoril y la vegetación es estival, 37% del campo es del tipo 10.2, que es parcialmente agrícola con un índice de productividad de 166, y el resto de suelos son bajos de los tipo 03.3 y 03.2, que son planicies de inundación rápida y por cortos períodos, entre otras características.
“Hace unos años, en el pico de precios del mercado de tierras ese tipo de suelos llegó a valer US$ 6.000 por hectárea, pero la totalidad del inmueble y no par- cialmente, como en este caso”, advirtió el director de Da Silva Agroinmuebles, Sebastián da Silva. Afirmó que ese campo “hoy vale en el eje de los US$ 4.000 la hectárea” y consideró que “el precio a pagar está absolutamente fuera del mercado” por lo que “Colonización está haciendo una pésima inversión”.
“Resulta curioso, por no decir sospechoso, este tipo de negocios que rompe los ojos”, dijo.
Da Silva, que es senador del Partido Nacional, se negó a realizar juicios de valor sobre las personas involucradas, en alusión a Ferreira, y enfatizó que como operador del mercado de campos “hay datos objetivos” a tener en cuenta.
“Actualmente se han realizado transacciones de tierras con un índice de productividad de casi 200, en zona de Fray Bentos, por precios similares ( US$ 6.000 la hectárea). Por eso me parece que la compra es mala”, cuestionó.
Señaló que “eso demuestra cómo en ciertas oficinas del gobierno se utiliza el dinero del contribuyente en forma inadecuada, y ese tipo de compras (de tierras) es equiparable a cualquiera de las inversiones realizadas por Ancap”.
“Siempre son malas y caras”, se quejó.
Criticó que “en un contexto en el cual el INC debería estar optimizando sus recursos está haciendo todo lo contrario”.
“No existe antecedente en los últimos tres años de tierras de esa calidad que hayan sido vendidas a ese precio”, sostuvo.
Adelantó que hará un pedido de informes en el Senado “para que se expliquen las razones técnicas por las que se pagó un campo forestal a valores de un campo de Dolores, Young u Ombúes de Lavalle”. Eso dijo aludiendo a las zonas del litoral donde se ubican los suelos de mayor productividad.

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