Colonización decidió comprar el campo de un exdirector del organismo por un precio “absolutamente fuera de mercado”
Por
un precio de US$ 6.300 l a hectárea, el Instituto Nacional de
Colonización ( INC) decidió comprar un establecimiento rural de 531
hectáreas ubicado en la colonia César Mayo Gutiérrez, de la sexta
sección judicial del departamento de Río Negro, perteneciente al
exdirector de ese ente estatal, Álvaro Ferreira, y sus hermanos. La
resolución fue adoptada el 30 de mayo por el Directorio del INC e
implica el pago de US$ 3.345.967 por el predio en cuestión, según consta
en las actas de esa institución.
Ferreira
integró el directorio de ese ente en representación de las gremiales
rurales durante el primer período de gobierno del Frente Amplio, entre
2005 y 2010. En los registros del INC figura que el campo será comprado
por el Estado a los sucesores de Balter Ferreira, padre de Álvaro.
La
determinación de adquirir ese inmueble rural contó con el voto a favor
de cuatro de los cinco miembros, incluido el representante por el
Partido Nacional Rodrigo Herrero. El director que no votó por estar
ausente fue Eduardo Davyt, que es el representante de la Universidad del
Trabajo.
Un integrante de ese directorio
consultado por Búsqueda sobre esa decisión indicó que “hace un tiempo
esa familia de colonos realizó un ofrecimiento directo a Colonización
por- que ya no iban a seguir más la explotación del campo, que se trata
de tierras afectadas” a las leyes que rigen ese ente estatal. “Al ser
una fracción de una colonia, difícilmente el INC autorizaría la venta en
el mercado de campos, debido al perfil que tie- ne definido en cuanto a
priorizar el acceso de productores y trabajadores rurales” a las
tierras, señaló.
Defendió la decisión de
pagar el monto correspondiente por el campo basándose en los informes
técnicos del departamento de Avalúos en cuanto a que la tasación del
establecimiento rural estaba acorde con su infraestructura y
características. Se trata de un predio destinado a la producción de
leche.
“Si el área técnica me dice que
está alineado a lo que se puede esperar, bueno”, reaccionó otro de los
consultados. Argumentó que la idea es mantener el predio en manos de
Colonización para que sea explotado por productores que sigan en la
lechería. Una de las definiciones establecidas por las últimas
administraciones frenteamplistas fue poner énfasis en la adjudicación de
fracciones a grupos de colonos, preferentemente jóvenes, mujeres y
vinculados al tambo, la ganadería y la granja.
Búsqueda
consultó a operadores del mercado de campos sobre el valor y las
características del campo a ser adquirido por el INC. El precio promedio
de la hectárea en Río Negro fue de US$ 3.338 en 2017 y de US$ 4.047 en
2016, según registros de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias del
Ministerio de Ganadería.
El padrón r ural
en cuestión tiene un índice de productividad de 116, siendo 100 el
promedio nacional, según datos del Coneat de la Dirección de Recursos
Naturales. El 40% de los suelos son del tipo 9.1, para forestación, de
uso pastoril y la vegetación es estival, 37% del campo es del tipo 10.2,
que es parcialmente agrícola con un índice de productividad de 166, y
el resto de suelos son bajos de los tipo 03.3 y 03.2, que son planicies
de inundación rápida y por cortos períodos, entre otras características.
“Hace
unos años, en el pico de precios del mercado de tierras ese tipo de
suelos llegó a valer US$ 6.000 por hectárea, pero la totalidad del
inmueble y no par- cialmente, como en este caso”, advirtió el director
de Da Silva Agroinmuebles, Sebastián da Silva. Afirmó que ese campo “hoy
vale en el eje de los US$ 4.000 la hectárea” y consideró que “el precio
a pagar está absolutamente fuera del mercado” por lo que “Colonización
está haciendo una pésima inversión”.
“Resulta curioso, por no decir sospechoso, este tipo de negocios que rompe los ojos”, dijo.
Da
Silva, que es senador del Partido Nacional, se negó a realizar juicios
de valor sobre las personas involucradas, en alusión a Ferreira, y
enfatizó que como operador del mercado de campos “hay datos objetivos” a
tener en cuenta.
“Actualmente se han
realizado transacciones de tierras con un índice de productividad de
casi 200, en zona de Fray Bentos, por precios similares ( US$ 6.000 la
hectárea). Por eso me parece que la compra es mala”, cuestionó.
Señaló
que “eso demuestra cómo en ciertas oficinas del gobierno se utiliza el
dinero del contribuyente en forma inadecuada, y ese tipo de compras (de
tierras) es equiparable a cualquiera de las inversiones realizadas por
Ancap”.
“Siempre son malas y caras”, se quejó.
Criticó que “en un contexto en el cual el INC debería estar optimizando sus recursos está haciendo todo lo contrario”.
“No existe antecedente en los últimos tres años de tierras de esa calidad que hayan sido vendidas a ese precio”, sostuvo.
Adelantó
que hará un pedido de informes en el Senado “para que se expliquen las
razones técnicas por las que se pagó un campo forestal a valores de un
campo de Dolores, Young u Ombúes de Lavalle”. Eso dijo aludiendo a las
zonas del litoral donde se ubican los suelos de mayor productividad.
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